miércoles, 24 de julio de 2013

Voces sin tono.

Voces sin todo.
Es trágica la neutralidad; es tedioso ver como muchos alzan su voz en pos de... nada. Es más bien una manía moderna que un vicio antiguo. Anhelo el ayer, cuando se escuchaban voces elocuentes, ideas claras y contienda. ¡Sí! ¡la contienda! pero no me refiero a una lucha absurda en insustancial, sino a aquellas que captaban la atención de todos alrededor. Esas luchas que definían vidas, construían caminos y generaban pasión, amor, odio y tristeza. 
Ahora las luchas son otras. Sin causa, valor o interés. De moda, de vidas ajenas y cuentos de sexo y borrachera. El joven enciende la televisión o la radio, hojea un diario o escucha la conversación en la calle... ¿qué ve? Absurdo es lo que se define. insensato e inútil. Sin embargo, agrada. ¡Eso es lo más terrible!
La culpa; padres abstraídos en el consumismo. Un sin fin de personas que correctamente pueden calificarse de ridículos. Esas son las nuevas generaciones y sus "contenidos". 
No todo lo vivido es mejor que lo que se vivirá, pero un ayer pensante es mejor que un hoy absurdo y un mañana muerto. Ese ayer hay que revivir. Salir a la calle, informarse e informar. Luchar contra el capital con ideas y hacer que todos lleguen a tenerlas. Para eso hay que dar y valorar lo realmente imprescindible. 
Chile.

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