Cuando te vi, tu mirada choco con la mía,
Fue algo que nadie planeo; fue el destino
Tus miradas fueron llenas de ternura e inocencia,
Me vieron a mí y su gracia me encantó.
Te vi, y tus labios despedían dulzura,
Tu boca que me invita a besar,
Siempre tuvo una palabra de aliento
Que me guío con tu voz angelical por donde debía ir.
Te vi, y tus manos se enlazaron a las mías
Fueron mi puerto seguro, donde pude aferrarme en la tempestad;
Delicadas cual mano de escultor, fueron el conducto
Para formar castillos de arena que adornaron mi existir.
Pero ahora nuestros caminos se separan,
Llagamos al punto que siempre temimos,
Donde ni tus ojos, ni tus labios, ni tus manos tendré
Y solo diré que…… te vi.
Danilo.-
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